Los cachorros reales, Muick y Sandy, los últimos dos corgis de la reina Isabel II también acudieron al funeral de la monarca en Londres.

Acompañando al príncipe Andrés de Gran Bretaña, el nuevo guardián de los amados perros de la reina, los corgis reales fueron captados a la espera del cortejo fúnebre en el Castillo de Windsor.

Andrés es a veces presentado como el “hijo preferido” de la reina, pero se ha replegado de la monarquía tras acusaciones de agresiones sexuales en Estados Unidos, a las que puso fin pagando millones de dólares.

Fue él quien le regaló a su madre los pequeños cachorros que son los últimos representantes de los más de 30 corgis que tuvo la reina y quienes llegaron tras la muerte del príncipe Felipe y la acompañaron durante la pandemia.