Una relación amorosa puede ser muchas veces un constante juego de poderes, siempre hay uno en la relación que lleva las riendas de la misma y en cierta forma domina a la otra persona. Todo eso se puede ver desde el exterior con la ayuda de un poco de conocimiento del lenguaje corporal.
Las personas están todo el tiempo transmitiendo, recibiendo e interpretando información del mundo y hacia el mundo. De forma consciente o no, nosotros mostramos quien lleva el dominio en una relación amorosa.
El lenguaje no verbal puede ser el mejor aliado, o el peor enemigo, de tu discurso. Esto depende de ti, de la coherencia de tus palabras y de que hagas conciencia de este altavoz complementario que generalmente suele moverse en las aguas de lo involuntario.
Para que puedas mostrar un mejor control de tus expresiones corporales y así tengas una mejor forma de afrontar una situación conflictiva con tu pareja, te contamos sobre cuatro cosas que proyectan debilidad:
No te achiques. Encoger el cuerpo en lugar de ocupar con firmeza el espacio es tal vez el primer indicador de una postura corporal débil. Esto incluye, por ejemplo, cruzar los brazos o agachar el cuerpo.
No te encorves. Una postura recta es la mejor manera de transmitir algo de firmeza y vitalidad. Lo opuesto, encorvarte y sumirte en tus propios hombros, indica poca energía y, por lo tanto, credibilidad.
Arritmia nerviosa. Mover compulsivamente tu pie o pierna mientras estás sentado denota poco autocontrol y poca templanza.
Mirada. Huir al contacto de miradas, lo mismo que procurarlo de manera forzada, son señales de debilidad, y evidencian una falta de autoconfianza.
Además de estos tips vale la pena señalar que lo que más seguridad te dará será esa congruencia entre pensamiento, palabra y acto, si realmente te mueves en esa sintonía triple, entonces no sólo proyectarás mayor seguridad, también, seguramente ganarás más confianza emocional.
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