Los “baby hairs” resultan incómodos para algunas personas, más aún cuando se intenta conseguir una cola de caballo o peinado impecable. No obstante, sin importar cuánto tengas, es posible moldearlos a nuestro gusto para utilizarlos como un accesorio más del .

De hecho, famosas como , y han decidido utilizar sus “baby hairs” como parte de sus icónicos looks. Lo que antes era tan odiado, hoy por hoy es una auténtica tendencia que motiva resaltar con orgullo esos pelitos rebeldes.

¿Qué son?

Los “baby hairs” no son nada más ni nada menos que esos delgados y débiles cabellos que nacen en la zona frontal del rostro. Al tener una textura muy volátil, resultan muy difíciles de controlar. Sin embargo, aquí te contamos algunos trucos clave para lucirlos con estilo.

1. Separar correctamente:

Antes de empezar a realizar cualquier peinado, debes delimitar la zona de la cual comienzan los “baby hairs”, separándolos del resto de la melena. Así no se perderán y no tendrás que batallar luego buscando uno por uno.

2. Bien humedecidos:

Será mucho más sencillo si lo haces con un atomizador de agua. Recuerda que tienen que estar humedecidos y no mojados. Si aplicas más agua de la necesaria, corres el riesgo de arruinar el peinado o dejar caer gotas en tu rostro recién maquillado.

3. Cepillo de dientes y fijador de cabello:

Si es un cepillo de niños, mucho mejor. Aplica un poco de laca en él y trata de moldear los pequeños cabellos como más te guste. En este punto deberás ser muy paciente para conseguir un acabado espectacular. Por otro lado, si eres más atrevida y quieres destacar más tus “baby hairs”, te recomendamos emplear gel.

4. La dirección correcta:

Pueden tener una pequeña curvatura hacia el exterior del cabello o también poseer forma de espiral. Para lograr esta proeza, ayúdate con algún implemento como una brocha para cejas, una pinza o tus uñas. Cuidado con las yemas, porque es posible que se adhieran a tu piel por el calor corporal y tengas que estar despegándolas a cada rato.

5. El toque final:

Cuando decidas cuál será su estructura, déjalo secar naturalmente. No intentes utilizar una secadora, ya que puede que la fuerza del aire termine por mover y estropear el trabajo que tanto te costó.