En el corazón de toda institución educativa, desde el colegio hasta la universidad y escuela de post grado, debe estar muy presente y latir vivamente la experiencia del estudiante, elemento crucial en la educación, ya que influye en su aprendizaje, desarrollo personal y satisfacción con el proceso educativo. Estudios revelan que casi el 25% de estudiantes abandona sus estudios en el primer año debido a recibir un mal servicio de parte de la institución.

Cuando hablamos de “Experiencia del estudiante”, nos referimos a todas las experiencias, interacciones y situaciones que un estudiante experimenta durante su tiempo en la institución educativa en la que está cursando sus estudios. Esto incluye no solo la enseñanza y el aprendizaje en el aula, sino también el ambiente que lo rodea, las actividades extracurriculares, las relaciones con los compañeros y los profesores, y cualquier otra experiencia que influya en el desarrollo personal y académico del estudiante. Es un concepto amplio que abarca diversos aspectos de la vida estudiantil. Cada etapa de la vida estudiantil contribuye a generar experiencias únicas.

Augusto Zimmermann, COO de C-Level Education Partners te explica este interesante concepto en 5 pasos y cuáles son las mejores prácticas para garantizar una experiencia educativa enriquecedora y transformadora:

1. Apoyo Integral al Estudiante. ¿Tu institución educativa vela por tus necesidades académicas, emocionales y sociales? Si la respuesta es sí, entonces estas viviendo la mejor experiencia académica. Para que los estudiantes alcancen su máximo potencial, es fundamental ofrecer un apoyo integral, esto puede incluir servicios de asesoramiento académico y personal, programas de tutoría, orientación profesional y actividades de bienestar estudiantil. La atención personalizada y el seguimiento individualizado son clave para garantizar que cada estudiante reciba el apoyo necesario para tener éxito.

2. Tecnología Integrada. La tecnología juega un papel cada vez más importante en la vida estudiantil. Las instituciones educativas deben utilizar la tecnología para enriquecer la enseñanza y el aprendizaje, proporcionando acceso a recursos digitales, plataformas de aprendizaje en línea y herramientas interactivas que complementen el currículo.

3. Docentes actualizados y comprometidos. Los docentes desempeñan un papel fundamental en la experiencia del estudiante. Los mejores educadores no solo transmiten conocimientos, sino que también inspiran, motivan y guían a sus estudiantes. Deben ser accesibles para brindar apoyo tanto dentro como fuera del aula además la retroalimentación oportuna hacia el estudiante es esencial y el correcto uso de la tecnología aporta a mejorar la experiencia del alumno.

4. Uso de diferentes puntos de contacto. El estudiante debe poder contactarse con su institución educativa por diferentes canales de comunicación, virtual, vía telefónica o de manera presencial para poder resolver cualquier incidente que se presente. El estudiante debe tener la opción de elegir su(s) “Canal(es) Preferido(s)” de contacto para así interactuar con su institución. Hoy en día que existe un “bombardeo” de información y canales de contacto, es el estudiante el llamado a “elegir” por cuál o cuáles canales prefiere ser contactado.

5. Evaluación, medición y mejora continua. Toda la comunidad educativa tiene la responsabilidad de poder identificar los puntos de dolor de los estudiantes y trabajar en las mejoras. Actualmente existe una metodología que se utiliza en muchas industrias para medir el nivel de recomendación de sus usuarios. El Net Promoter Score (NPS). Este indicador ayuda a medir estos niveles de recomendación, y éstos van a ser altos en la medida en que el alumno viva una muy buena experiencia que a la vez le genere satisfacción y orgullo por su institución.

En resumen, la experiencia del estudiante dentro de una institución educativa debe ser inclusiva, estimulante y transformadora. Las mejores prácticas en este aspecto se centran en crear un entorno acogedor, promover la participación activa del estudiante, ofrecer apoyo integral y fomentar una comunidad educativa donde el estudiante es el centro de todas sus decisiones. Las mejores prácticas educativas promueven una experiencia del estudiante única y enriquecedora, que los prepare para el éxito en la vida y en la carrera profesional que eligieron. Finalmente, las instituciones educativas deben fomentar un sentido de pertenencia y orgullo institucional entre sus estudiantes, profesores, personal y exalumnos. Eventos, actividades y tradiciones institucionales ayudan a fortalecer este sentido de comunidad y conexión.