La exalcaldesa cumple en Lurín la orden de arresto domiciliario. (Foto: Fernando Sangama/GEC)
La exalcaldesa cumple en Lurín la orden de arresto domiciliario. (Foto: Fernando Sangama/GEC)

El “piscinazo” de la procesada por Susana Villarán le costará caro a sus hermanos, ya que la Municipalidad de Lurín impuso dos multas a los dueños del predio porque la donde la exalcaldesa se baña invade un área pública y carece de autorización.

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A se la procesa por los delitos de asociación ilícita para delinquir, cohecho pasivo propio y lavado de activos en agravio del Estado.

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OAS le habría entregado a la exalcaldesa otros 4 millones de dólares para su campaña de reelección en 2014, en la que perdió.


Multas impuestas

La Municipalidad de Lurín notificó de las multas por S/51,500: una por efectuar construcciones antirreglamentarias (S/41,200) y otra por ejecutar obras en la vía pública sin autorización, es decir en un área municipal (S/10,300), reveló ATV.

La construcción de 99 metros cuadrados se ha hecho en la playa, frente al mar, fuera del terreno inscrito a nombres de Gonzalo, Josefina, Álvaro y Rosa María Villarán de la Puente, hermanos de la llamada “Tía Regia”.


A la reja

Susana Villarán “tiene méritos suficientes para ya estar, por lo menos, en juicio oral, pero así funciona la justicia”, dijo en Willax TV el abogado Humberto Abanto.

Para la congresista Vivian Olivos (Fuerza Popular), Susana Villarán “no tiene lupus”, enfermedad que alegó junto a su edad para dejar la cárcel y estar en arresto domiciliario frente al mar, y más bien “lo que tiene es una corona” y “todo un sistema corrupto que la encubre”.


Distinta vara

Cuando “una señora que ha aceptado coimas (de Odebrecht y OAS) se baña tranquilamente en su casa, la sensación con que uno se queda es que en el Perú no se mide con la misma vara a todos”, exclamó el congresista de Renovación Popular Alejandro Muñante.

A Susana Villarán se le atribuye, según la tesis fiscal, haber recibido 3 millones de dólares para la campaña del “No a la revocatoria” por parte de la constructora Odebrecht, mientras la empresa brasileña OAS le habría aportado otros 3 millones de dólares.


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