Nueve meses después del crimen de la pequeña Tamara Soto Caballero, el principal acusado Max Egúsquiza Lafora se declaró culpable del secuestro y muerte de la niña chimbotana, acogiéndose a la conclusión anticipada a fin de no recibir la pena de cadena perpetua.
Durante el juicio oral realizado por la Primera Sala Penal en el penal de Cambio Puente, donde se encuentra recluido desde marzo pasado, Egúsquiza Lafora aceptó haber planificado el secuestro de la niña, para lo cual actuó en complicidad con su enamorada y tía de la menor Leslie Caballero, y su compañero de estudios Giancarlo Barinoto.
Confesó entre lágrimas que su plan era conseguir dinero para pagar los gastos del embarazo de su novia y de su universidad, pero terminó asesinando a Tamara porque lo reconoció cuando la amarraba en el cuarto de su casa. Tras el crimen, cobró 17 mil soles de recompensa y luego arrojó el cadáver a un descampado.
El abogado del confeso asesino, Javier Delgado López, señaló que todas las pruebas incriminan al ex estudiante de Medicina y por eso ya no podía seguir defendiéndose. Él podría recibir una pena de 35 años de cárcel, manifestó