Carreteras quedaron como bombardeadas
Carreteras quedaron como bombardeadas

El terremoto de 7.6 grados de magnitud en la escala de Richter que sacudió en Navidad a Chile dejó gran destrucción en las carreteras del sur del país. El asfalto de las vías quedó completamente abierto y hace imposible el paso de autos y camiones.

Los daños de esta magnitud en países como Perú tardarían meses o probablemente años en ser reparados, aunque en Chile el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, aseguró que la rehabilitación de la ruta entre Quellón y Castro, la más dañada por el sismo, tardará solamente entre 48 horas y una semana.

“Hay cuatro lugares con problemas entre Castro y Quellón, uno de ellos en el lago Tarahuín, que nos ha hecho cortar la Ruta 5”, dijo a Radio Cooperativa al precisar que el camino a Queilén está habilitado solo para vehículos livianos, mientras que para camiones y otros vehículos pesados se habilitará una barcaza.

“Vamos a desplegar todos nuestros equipos de la isla para restablecer la conectividad, que es el aspecto que ha afectado a la isla durante este terremoto, el resto funciona normalmente”, sostuvo.

El domingo, las autoridades lanzaron una alerta de tsunami que generó la evacuación hasta sectores más altos de casi 20 mil personas en Los Lagos, pero luego redujeron la emergencia a estado de precaución en esta y otras tres regiones, al advertirse a la población a distanciarse unos 80 metros de las playas por cambios en las mareas.

Casi tres horas después del fuerte sismo, el estado de precaución se canceló en todo Chile.

La Onemi confirmó que no se registraron víctimas a consecuencia del sismo que generó cortes en el suministro eléctrico y en las comunicaciones de algunas zonas, así como la interrupción de la carretera que conecta con el continente, que sufrió daños de consideración.

En la turística isla de Chiloé, las casas sufrieron daños. Unos 3500 hogares permanecían este lunes sin suministro eléctrico, según el último reporte de la Onemi.

Chile, que como el Perú se ubica en el llamado Cinturón de fuego del Pacífico, donde además se encuentra la Placa de Nasca -una zona de fuerte actividad sísmica-, es uno de los países más afectados por terremotos.

EN LA ZONA. La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, llegará hoy a las zonas más afectadas por el terremoto de magnitud 7.6, que sacudió a cinco regiones del sur del país.

La mandataria aseguró en su cuenta de Twitter que su gobierno “seguirá desplegando” ayuda en la zona afectada y destacó la gestión de las autoridades de emergencia y la reacción de la gente durante la evacuación.

“Creo que eso muestra que hemos aprendido a reaccionar ante este tipo de tragedias”, declaró. Más tarde, confirmó en Twitter que “en breve partiré a la Araucanía. En la tarde, viajaré a la región de Los Lagos para evaluar en terreno la situación tras el sismo”.

“Quiero destacar la manera ejemplar como reaccionaron las comunidades afectadas, los alcaldes, los organismos regionales y también los organismos técnicos”, dijo durante un acto con estudiantes en La Moneda.

Ministros. Ayer por la tarde llegó al aeródromo de Quellón el helicóptero de la Fuerza Aérea de Chile que trasladó a Bachelet a una de las zonas más afectadas por el terremoto ocurrido ayer en la Región de Los Lagos. Ella arribó a la comuna acompañada por siete ministros de Estado, los titulares del Interior, Secretaría General de la Presidencia, Salud, Vivienda, Mujer y Equidad de Género, Obras Públicas y Secretaría General de Gobierno, quienes ya estaban en la zona desde este domingo. Tras descender de la nave, Bachelet comentó que “vamos a ir a algunos lugares, no vamos a alcanzar a recorrer toda la isla, pero vamos a ver las zonas más afectadas y conversar con la gente”.

En tanto, el gobierno argentino se solidarizó con Chile por el terremoto e informó que puso “a disposición” a sus cascos blancos, organismo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina encargado de diseñar y ejecutar la asistencia humanitaria internacional.