Sin lugar a duda, la pandemia ha impactado fuertemente en toda la población, en especial en el especial en el plano económico. Según datos del INEI del último trimestre, los jóvenes entre 14 a 24 años con un empleo adecuado ha caído en 62,7%, lo que representa un total de 235 mil 600 personas que no cuentan con un trabajo seguro actualmente.

De igual manera, según el nivel de educación se registra una reducción en el empleo siendo afectados todos los niveles de educación, pues aquellos que tienen educación primaria o menor nivel educativo decreció en 64,9%, los que tienen educación secundaria en 55,8%, los que lograron educación superior no universitaria en 42,7% y la población con estudios universitarios cayó en 33,4%.

Aún cuando se han levantado las restricciones de la cuarentena y reactivando sectores económicos para impulsar la economía, existe un gran grueso de personas, entre ellos jóvenes, que están buscando un empleo, al menos para sobrevivir. Por ello mucho de ellos están recurriendo a empleos informales, para llevar algo a casa.

“Al quedar sin empleo por la crisis sanitaria, se convierte en una necesidad conseguir un medio que les permita poder solventar sus alimentos, pagos, estudios y en general, sostener a su familia si es que tienen la responsabilidad de hacerlo. La informalidad es uno de los principales retos que debemos enfrentar. Los jóvenes que no tienen las posibilidades de acceder a una mejor educación, también se ven afectados. Por ello, el rol de la empresa toma mayor relevancia”, comenta María José Gómez, directora de la Fundación Forge.

Propuesta

Actualmente, 10 mil jóvenes han pasado por el programa Tu FUTURO, una propuesta de capacitación gratuita en habilidades técnicas y blandas de la Fundación Forge, de los cuales el 80% trabaja en un empleo formal y de calidad gracias a la contratación por parte de la empresa privada.

“Aquí hay un trabajo articulado entre las organizaciones sin fines de lucro y la empresa privada. El objetivo es lograr capacitar a más jóvenes y que estos puedan ser contratados por diferentes empresas que estén en la capacidad o necesiten mano de obra juvenil. Por eso trabajamos con empresas como: Accor Solidarity, Swiss Just, Asociación Unacem, Austral Group y BID Lab (que financian la capacitación del programa), contratan jóvenes bajo las condiciones laborales requeridas y, con ello, logramos que puedan salir de la informalidad”, finaliza María José Gómez, directora de la Fundación Forge.

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