Con chicha de 7 semillas limeños combaten al frío

Cuando chompas y casacas ya no son suficiente para enfrentar al crudo invierno que ya azota a Lima, una ancestral bebida 'sagrada' se hace necesaria: la chicha de jora. Esta vez, una nueva variedad de esta bebida oriunda del Perú andino está dando la hora. Se trata de la chicha de siete semillas, muy requerida por personas de todas las edades por su alto valor calórico y medicinal.

Esta chicha se prepara con semillas de cebada, trigo, habas, garbanzo, quihuicha, quinua y algarrobo. Se llama allin agha (buena chicha, en quecha cusqueño).

'Es una bebida sana, nutritiva, diurética y digestiva que fortalece la flora intestinal y es anticancerígena', manifestó la señora María Isabel Páucar Flores, cusqueña de nacimiento, quien ofrece esta y otras variedades de chicha en la Feria Campesina del Campo de Marte.

Mencionó que esta chicha, para estar a punto, debe fermentarse durante tres días. Dijo que dos raquis (botijas de 70 litros) se acaban en un fin de semana.

Ayer, don Aurelio Chuchón Hinostroza (65) y su esposa Nolberta Jota Moscoso, ayacuchano y arequipeña, respectivamente, se rindieron ante la chicha y la degustaron emocionados recordando ambos sus lugares de origen. 'Esta es nuestra bebida peruana, saludable y nos abriga del frío', dijo don Aurelio, mientras su esposa recordaba cuando preparaba ella misma su chicha para sus reuniones familiares.

Así como ellos, varios visitantes de la feria se 'abrigaban' con la poderosa chicha de siete semillas y la tradicional chicha de jora. Es que no solo calman la sed, sino que además levantan la temperatura corporal en pocos segundos.

La gente la tomaba en vasos pequeños a un nuevo sol y en el tradicional vaso caporal a tres nuevos soles. Otros la llevaban en botella a sus casas.