Jóvenes, esbeltas, de trajes ceñidos y tacones altos. Rondan calles, plazas, parques, bares y discotecas. Sonríen, conversan, pero, sobre todo, observan. Una videocámara es su única herramienta y los infieles su principal objetivo. Son el primer comando femenino de detectives privadas en el país. A sus 27 años, Melina Jéssica Paco Ventocilla dirige a 50 señoritas de entre 18 a 45 años.
Hay estudiantes, amas de casa y hasta policías en actividad en su equipo. 'Lo primero que les pido es responsabilidad y entrega. Tiene que gustarles lo que hacen, si no, no me sirven', dice la gerenta general de la empresa J & J Detectives Comando Femenino (Decofe SAC). Contrario a lo que muchos pudieran pensar, sus principales clientes son varones. 'Definitivamente, hay más hombres preocupados en las infidelidades de sus enamoradas, novias, esposas o amantes. De diez espiados en una semana, siete son mujeres. Resolver un caso no demora más de 7 días', subraya. Artistas, congresistas, periodistas, futbolistas, empresarios y hasta fiscales están entre su clientela.
'No solo espiamos a los tramposos, sino también hacemos trabajos que ayudan a resolver problemas legales, como de tenencia de hijos, juicios de alimentos, pensiones o algún fiscal que quiere una prueba para resolver un caso', agrega. Melina estudió la carrera en Argentina e integra la Asociación de Detectives Privados del Perú (Depriv). Tiene 10 años de experiencia en el rubro y hace 8, cuando aún no cumplía los 20 años, decidió abrir su propia agencia de detectives, integrada únicamente por mujeres. 'Confío en la intuición femenina. Y aunque les duela a los hombres, las mujeres somos más responsables. Nunca hemos dejado un caso sin resolver', finaliza orgullosa.