Martín Cuesta Escobedo

El lenguaje claro (LC) es un estilo de redacción simple y eficiente que ayuda a las personas a comprender con facilidad un texto. Su objetivo es que se puedan entender mejor las comunicaciones que el Estado y las empresas emiten; así se contribuye a que la ciudadanía ejerza sus derechos y cumpla con sus obligaciones. Para conocer por qué es importante implementar el LC en las organizaciones y cómo hacerlo, conversamos con el experto español Antonio Martín Fernández.

Antonio Martín es embajador de PLAIN en España. Promueve el movimiento de lenguaje claro desde hace años gracias a Cálamo&Cran. Foto: Difusión.
Antonio Martín es embajador de PLAIN en España. Promueve el movimiento de lenguaje claro desde hace años gracias a Cálamo&Cran. Foto: Difusión.

- ¿Considera que el LC está cambiando el mundo de habla hispana?

Yo también soy optimista, pero diría que está empezando a cambiar el mundo de habla hispana. Queda trabajo, como poco, para una década a fin de que cale en la sociedad. La propuesta de fondo del LC exige un cambio radical que todos queremos: empatía. Ello es fácil de comprender, pero implica cambiar la tradición.

- ¿Por qué es importante implementar el LC en las organizaciones públicas y privadas?

Tenemos derechos y obligaciones (como ciudadanos, usuarios, pacientes o clientes), pero conocerlos y ejercerlos parece no estar al alcance de todos, ¡porque no se comprenden en la mayoría de los casos! El LC recupera esa conexión con el Estado: devuelve a la ciudadanía su papel central. Pasamos de sujetos pasivos a activos. Al comprender con claridad nuestro papel esencial en el Estado, alcanzamos la madurez democrática. Esto contribuye a mejorar el desarrollo del país y sus instituciones.

- ¿Cómo persuadiría a las autoridades gubernamentales y empresarios para implementar el LC?

Implementar el LC significa tiempo e inversión; pero brinda muchos beneficios a corto, mediano y largo plazo. A la satisfacción de contribuir a la comprensión y la mejora democrática, también se deben sumar el aumento de la productividad, el ahorro en costes y tiempo; la mejora de la imagen de la institución que lo aplica; el aumento de la confianza; y, sobre todo, la seguridad del ciudadano en la toma de decisiones en cualquier actividad relacionada con lo gubernamental.

- ¿A qué factores le atribuye la resistencia por parte de algunas instituciones a implementar el LC?

A lo peor: al “siempre lo hemos hecho así”. En otros casos, a puro desconocimiento, porque queda mucho trabajo por hacer. Con toda su buena intención, no basta con impartir cursos (y eso es esencial); pero debe haber acciones coordinadas que lleven a comprender e implementar el LC. Si no, lo único que hacemos es formar aisladamente a individuos que no se atreven a redactar en claro porque no hay una directiva ni una orden que les permitan lanzarse al cambio real y definitivo.

- ¿Con qué acciones básicas podría iniciarse la implementación de un programa de LC en una organización?

Divulgación general, pero fundamentalmente en los directivos de la institución. Ayudarles a organizar una estrategia cuya consecución sea ir implementando paso a paso un plan de LC bien coordinado. Por eso, se necesita comprender cuáles son sus necesidades prioritarias para actuar sobre ellas. Después, formar, prototipar y expandir este proceso. Y al final, volver a empezar.

- En Perú nos falta organizarnos para promover el uso del LC. ¿Qué sugerencia se permitiría brindarnos en ese sentido?

Todos estamos empezando. Divulgar es el paso primordial. Hechos puntuales pueden ser un detonante, pero el LC no se pone en marcha por la acción de un solo motor. Todos aportamos, en todos los niveles, en todos los sectores. El ejemplo es contagioso: si una institución privada o pública lo pone en marcha, lo tiene que dar a conocer; y los promotores de LC debemos ser su caja de resonancia: ayudar a que se expanda, dar a conocer sus beneficios y proceso para conseguirlo. Solo entonces vendrán más interesados para sumarse al cambio.

- ¿Cuáles son las profesiones que podrían dedicarse a trabajar implementando el LC en las organizaciones?

Quienes se han dedicado profesionalmente a la corrección —y a la traducción—saben tratar el texto, porque siempre han comprendido el papel esencial del lector, de quien recibe el mensaje. Es tan importante la corrección o incorrección del mensaje como si está o no adaptado a su público. Las profesiones de redacción y periodismo también lo tienen en sus manos, pero unos y otros deben adaptar sus habilidades a los principios básicos del LC: piensa en el público, ante todo; luego, tu labor consistirá en que la información sea fácil de localizar, comprender y que facilite la toma de decisiones.

- ¿Qué le aconsejaría a un profesional del lenguaje que desee dedicarse a laborar como “clarificador” de textos?

Debe reciclarse: todo su conocimiento es válido, pero debe adaptarlo a los principios esenciales que he detallado antes. En el LC, el objetivo no es solo que el mensaje se atenga a las normas de un libro de estilo, sino que ese mensaje sea funcional.

- ¿Cuál cree que fueron los motivos fundamentales que llevaron a implementar el LC en España?

Confluyen varios factores. Desde hace décadas, ya se hablaba de lenguaje claro o de “modernización del lenguaje”; pero el detonante fue el juicio por las “preferentes”: la condena al banco Bankia por estafar a miles de jubilados con unas acciones que usaban ese nombre engañoso.

A partir de ahí, se acelera la preocupación de las grandes empresas (financieras, aseguradoras, consultoras) por recuperar la confianza. Pero al mismo tiempo le van acompañando leyes, para seguridad de consumidores, de Buen Gobierno o simplificación de protocolos. Luego, el Manifiesto de la revista Archiletras, impulsado por el periodista Arsenio Escolar, lleva a comprometer a todas las autoridades del país con este movimiento (el presidente del país, el del Senado, el del Congreso; el defensor del pueblo, la RAE, el Instituto Cervantes…). De ahí sale una propuesta de ley de Defensa (en febrero de 2024) en la que se incluyen 3 artículos en los que se exige el uso del lenguaje claro para que la ciudadanía tenga seguridad jurídica.

Y, al mismo tiempo, la explosión de la IA, que siempre habla claro, es el impulso definitivo como una herramienta esencial e imprescindible.