La informalidad laboral juvenil representa un desafío preocupante en el contexto peruano, tal como revela el informe técnico “Perú: Comportamiento de los Indicadores del Mercado Laboral a nivel Nacional y en 26 Ciudades”.
Este reporte, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), indica que, durante el tercer trimestre de 2023, la población ocupada más afectada por la informalidad corresponde a jóvenes entre 14 y 24 años, con una tasa de 85,4%. Le siguen los grupos etarios de 45 años en adelante, con un 71,5%, y de 25 a 44 años, con un 67,9%.
Para Rodrigo Kon, director general de Fundación Forge, la informalidad laboral juvenil constituye un obstáculo significativo en el desarrollo del país. “La alta tasa de informalidad entre los jóvenes no solo limita sus oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional, sino que también impacta negativamente en el aspecto social y económico en su conjunto. Esta realidad plantea un desafío fundamental para el desarrollo sostenible y el bienestar de una generación que juega un papel crucial en el futuro del país”, resaltó.
En ese sentido, el informe del INEI presenta otros puntos relevantes sobre la empleabilidad juvenil, específicamente relacionados con la población económicamente activa. Según este informe, la PEA correspondiente al grupo de jóvenes entre 14 y 24 años disminuyó en un 6,3% (-186 mil 600 personas). Esto significa que, en comparación con el año 2022, este grupo representa ahora el 15,3% del total de la PEA, disminuyendo desde el 16,3%.
Además, el informe señala una disminución del 7,9% (-212 mil 300 personas) en la población ocupada menor de 25 años. En términos de la tasa de desempleo dentro de estos grupos, los jóvenes de 14 a 24 años tienen una tasa del 10,1%, los de 25 a 44 años un 4,9%, y los mayores de 45 años un 3,4%.
“Este panorama demuestra una vulnerabilidad particular que enfrentan los jóvenes en el mercado laboral peruano. La combinación de altas tasas de informalidad y desempleo entre este grupo de edad no solo limita su capacidad para acceder a trabajos estables y bien remunerados, sino que también afecta su desarrollo socioeconómico a largo plazo”, señaló Kon.
Finalmente, Rodrigo Kon destaca la importancia de desarrollar y potenciar programas que ayuden a mejorar la empleabilidad de los jóvenes, facilitando su transición de la educación al trabajo, ofreciendo apoyo en su búsqueda de empleo, asesoramiento en habilidades para el trabajo y acceso a redes de contactos.