Hemofilia:
Hemofilia:

Cuando la sangre no coagula adecuadamente, se habla de hemofilia. Este trastorno, responsable de que el sangrado demore en detenerse cuando se produce un corte, puede ser de tipo A o B, siendo el primero el más frecuente ya que afecta al menos al 85% de toda la población que lo padece. La diferencia entre ambos no radica en el nivel de gravedad, sino en el factor coagulante que hace falta en el organismo. En el caso del A, se requiere del factor VIII; mientras que en el B, el IX.
“Este padecimiento crónico con el que las personas afectadas nacen se debe a un gen anormal ligado al cromosoma X. A veces, los padres transmiten el gen anormal a sus hijos. En otros casos, es posible que los progenitores no sepan que tienen el gen anormal, pues carecen de síntomas”, explicó el médico Pedro García Lázaro, jefe del servicio de oncohematología del hospital Víctor Lazarte Echegaray de Trujillo. Debido a que la hemofilia está vinculada con el cromosoma X, es menos frecuente que las mujeres tengan la enfermedad.

El mal. Los síntomas pueden presentarse desde el nacimiento. Para García Lázaro, existe el riesgo de que el bebé tenga hemofilia si sangra más de lo habitual cuando se le realiza una circuncisión, mientras que otros niños empiezan a mostrar los síntomas cuando son más grandes, principalmente cuando han tenido un accidente.

El tratamiento. La hemofilia es un mal que no tiene cura, pero que se puede tratar para brindar una mejor calidad de vida a quienes la padecen. Por ello se debe tener en cuenta la gravedad y no la edad, pues esta no es una característica que haga variar a la enfermedad.
Según explicó el profesional, el tratamiento consiste en aplicar al organismo el factor que hace falta para controlar los sangrados cuando se produjeron o para prevenirlos. Cabe destacar que estos tratamientos son costosos por catalogarse como una enfermedad huérfana.

Cifras en Perú. La Asociación Peruana de Hemofilia (ASPEH) registra 835 casos de este mal en el país (709 del tipo A y 126 del B). Sin embargo, indica que miles de peruanos padecen de hemofilia sin saberlo porque la incidencia es una de cada 10 mil personas.