Por una infección bacteriana en el pene o una ETS, un hombre murió en España. Su fallecimiento llamó la atención por una espeluznante razón. Había abusado sexualmente varias veces de su perro Wolfi.
Tras la muerte de su dueño, Wolfi había quedado sin casa, pero fue rescatado por la veterinaria Marga Gallego, quien ha cuidado de él desde entonces.
"No dejaba que te acercaras a su parte trasera. Aún hoy se lo puede lavar, ni cortar las uñas ni cepillar sin haberlo sedado antes, porque se pone muy agresivo", cuenta el trauma de Wolfi.
Tras los estudios realizados Marga Gallego concluyó que había sido abusado sexualmente y que "aún no está apto para la adopción por el trauma". En estos momentos se recupera en una casa de rescate animal en Mallorca.
"A nadie le gusta hablar de zoofilia, pero es algo que existe. Un perro violado, víctima de zoofilia, sufre igual que una mujer o un hombre", cuenta la cruda verdad que le tocó vivir en sus más de 20 años de carrera.
“El tratamiento es sobre todo emocional. Puede que no se lleguen a recuperar nunca de las secuelas psicológicas. Algunos llegan a morir por estrés", concluye tras los esfuerzos realizados como rescatista y rehabilitación de animales.
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