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Un hombre ha sido sentenciado a cadena perpetua por un tribunal de Lowa, Estados Unidos, por haber asesinado a su hijo. Zachary Paul Koehn no le dio los cuidados necesarios y encontraron al bebé en pésimo estado de cuidado.
El mismo padre fue quien llamó a emergencias luego de notar que estaba muerto. Cuando los paramédicos llegaron a la casa, encontraron al bebé muerto con gusanos en el cuerpo y la habitación a oscuras.
"Sobre las nueve mi novia fue a chequear al niño, y luego como a las 11 u 11:30 otra vez, el bebé se había ido" comentó el padre a los servicios de emergencias.
Por otro lado, el médico forense reveló que el bebé falleció por desnutrición, deshidratación y una infección producida por las heces fecales que habían en el pañal, habían pasado semanas con este puesto, por lo que aparecieron los gusanos.
Los médicos sospechan que el bebé entro en una estado letárgico por la enfermedad. El padre asegura que el bebé estaba muy despierto antes de morir, por lo que pensó que era una muerte súbita infantil.
La madre del menor, y pareja del actual sentenciado, también tendrá audiencia en unas semanas. Se espera que reciba la misma condena que Koehn, ya que descubrieron que el bebé nació con restos de droga en el cordón umbilical.
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