Miedo a una catástrofe nuclear tras explosión en reactor japonés
Miedo a una catástrofe nuclear tras explosión en reactor japonés

Japón cifró hoy en unos 1.800 la cifra de muertos tras el devastador terremoto y el tsunami del viernes. Una explosión esta mañana en la planta atómica de Fukushima, dañada por el sismo, desató en tanto en todo el mundo el miedo a una catástrofe nuclear similar a la de Chernobyl.
El gobierno parte oficialmente de unas 1.800 víctimas mortales tras el fuerte terremoto de magnitud 8,9 en la escala de Richter, el peor medido en la historia de Japón. La Organización Mundial de la Salud (OMS) habló por su parte de 621 cadáveres y de 645 personas desaparecidas.
Otras 210.000 personas perdieron sus viviendas. Sólo en la provincia de Miyagi, una de las más afectadas, sigue sin haber rastro de unas 9.500 personas, según las autoridades niponas.
La explosión en la central nuclear de Fukushima I (Daiichi) hizo crecer en tanto el miedo a una catástrofe nuclear, sobre todo en los países occidentales. Parte de la cubierta del edificio que alberga el reactor atómico de la central se vino abajo, según las imágenes de televisión nipona NHK.
Los escombros fueron proyectados al aire. En la televisión se podían ver grandes columnas de humo en la zona. La compañía administradora de la instalación informó más tarde que no se habían producido grandes daños en la carcasa y descartó una fuga radiactiva de grandes dimensiones. Tres personas que residen cerca de la central resultaron contaminadas con radiactividad, según la agencia Kyodo.
El primer ministro Naoto Kan, por su parte, se mostró preocupado por el accidente, pero evitó hablar de una caso de fusión del núcleo de la central. El gobierno, sin embargo, amplió el radio de evacuación en torno a las centrales nucleares de Fukushima I y II de 10 a 20 kilómetros.
La tierra, por otro lado, seguía temblando hoy en Japón.
Científicos del Centro del Investigación Geológica de Estados Unidos registraron 25 temblores de magnitud superior a 6,0 en la escala de Richter en Japón en el transcurso del día y 150 réplicas más leves.
Los sismos hicieron crecer el pánico entre la población incluso en regiones alejadas del epicentro.
Las fuerzas de rescate seguían trabajando incensamente en la búsqueda de supervivientes en los edificios que colapsaron en muchas ciudades inundadas. Las Fuerzas de Autodefensa de Japón (SDF) y otros equipos de rescate están siendo enviados a las regiones afectadas.
El gobierno desplegó más de 50.000 efectivos de rescate, 190 aviones y 25 barcos en las áreas dañadas por el terremoto y tsunami en el noreste del país, informaron funcionarios.
Las SDF trabajaban en conjunto con los militares estadounidenses estacionados en Japón para transportar unos 900 soldados japoneses y 250 vehículos con barcos norteamericano, añadieron las fuentes oficiales.
El saldo momentáneo de la tragedia era devastador un día después de la tragedia. Miles de casas quedaron devastadas, varios puentes colapsaron, los servicios de autobús y trenes fueron suspendidos y muchas carreteras fueron cerradas. El terremoto afectó las redes de telefonía móvil y fija.
Imágenes de televisión mostraron pueblos pesqueros arrasados y ciudades llenas de basura y escombros en las calles, después de que las olas del tsunami llegaran hasta cinco kilómetros tierra adentro en algunas áreas. Muchas personas pasaron la noche en los tejados de sus viviendas, pese al frío.
En la ciudad de Rikuzen Takata, una de las más afectadas, unas 5.000 de 8.000 viviendas quedaron destrozadas. Algunos expertos ya comparaban la destrucción a la del terremoto y el tsunami que azotaron Indonesia en diciembre de 2004, con un saldo final de más de 200.000 muertos.
DPA