Los seis taiwaneses y los dos peruanos, miembros de la organización criminal el “Dragón Rojo”, quienes mantenían cautivos a 43 ciudadanos malasios en una residencia, en el distrito de La Molina, recibieron orden de detención preliminar por siete días.
El general PNP Carlos Malaver, jefe de la Dirección Contra la Trata de Personas, declaró que “estos delincuentes llegaron a delinquir al Perú porque no necesitan visa para ingresar. Y porque las penas carcelarias en Malasia son severas y existe la pena de muerte”.
Crueles. Esta decisión fue tomada por el Juzgado de Investigación de Preparatoria Transitorio de Santa Anita contra estos mal vivientes, por el delito de trata de personas.
Por su lado, el oficial declaró, que, “los malasios que se encontraban cautivos eran obligados a realizar llamadas extorsivas a empresarios de su país”.
También señaló que “está debidamente evidenciado el delito de trata de personas con explotación laboral. Las víctimas, fueron captadas, engañadas y coaccionadas de su libertad. Las condiciones en las cuales vivían eran deplorables y recibían amenazas”
Asimismo, el oficial dijo que el contacto de los delincuentes extranjeros en Lima es un taiwanes-ecuatoriano, quien rentó la residencia de La Molina y contrató a los dos peruanos como vigilantes. El mismo está prófugo.
Se informó, que la Unidad de Asistencia Distrital a Víctimas y Testigos y la ONG “Operación Subterráneo” brindó hospedaje y alimento a las víctimas.