Aurora Caruajulca
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En diciembre último, una adolescente de 12 años fue secuestrada por cuatro hombres encapuchados, en la urbanización Trapiche, en el distrito limeño de Comas. La menor regresaba a su vivienda, cuando fue interceptada por los secuestradores, quienes estaban a bordo de una miniván color plata.
El caso movilizó a la Policía Nacional mientras la opinión pública hacía cadena de oración para que la menor regrese sana y salva a casa. Y tras cinco días de angustia, la menor fue liberada el 16 de diciembre.
El caso forma parte de las 344 denuncias de secuestros, en sus diversas formas, a menores de edad en el país en el 2023, según el Sistema de Denuncias Policiales.
Y es que la delincuencia ha diversificado su accionar teniendo como “favoritos” a los más vulnerables.
Viendo al detalle, en la mitad de los casos, el delito de secuestro tuvo como fin la extorsión y la pedida de dinero. En los otros casos fueron denunciados por uno de los padres ya separados o por ser llevados o raptados por algún familiar, vecino o conocido.
Lo cierto es que, de acuerdo a la cifra global, el número de secuestros de estos menores aumentó en un 50 % en 2023 a comparación del 2022.
El modus operandi de estas bandas delictivas es escoger a menores que son hijos de empresarios o dueños de microempresas. Lima y La Libertad concentran el mayor número de casos.
SECUESTROS. Otro de los últimos casos más sonados fue el que ocurrió en La Victoria, donde un padre de familia impidió que A.P.F., de 35 años, secuestrara a una niña de 10 años.
Finalmente, la Policía Nacional del Perú pudo capturar al criminal muy cerca del lugar de los hechos.
“Desde que se ha iniciado estos operativos hemos estado informando constantemente al padre de la menor con fotografías para que reconozca a este hombre, luego de más de 100 intervenidos se logró dar con el paradero de este sujeto muy cerca de la zona de los hechos”, manifestó el general Lozada, jefe de la Región Policial Lima.
SANCIÓN. El delito de secuestro, tipificado en el artículo 152 del Código Penal, es sancionado con penas desde los 20 años de cárcel a más y, en caso las víctimas son menores de edad, puede acarrear la cadena perpetua.
Esta última sanción precisamente la recibirían los ecuestradores de la menor de 12 años.
Así lo explicó la magistrada a cargo del Décimo Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional, Soledad Barrueto Guerrero.
“El secuestro es un ilícito perpetrado por el sujeto agente que prive a otro de su libertad ambulatoria o personal bajo cualquiera de los medios y dependiendo de la forma cómo se realice la conducta criminal, se determinarán las penas”, explicó la jueza.
La Policía ha logrado frustrar hasta 80 secuestros en todas sus modalidades en el país en los últimos dos años, gracias a trabajos de inteligencia.
El viernes pasado, la policía peruana anunció la liberación de seis niños venezolanos secuestrados por un brazo local de la banda “Tren de Aragua”, con el fin de obligar a sus madres a prostituirse o llevar mercancías ilegales. Aunque los secuestros han aumentado en Perú, es el primer caso conocido en la prensa sobre el rapto de menores por parte de delincuentes para coaccionar a sus familiares a continuar siendo víctimas de trata sexual.
Lima, La Libertad, Trujillo Y Arequipa SON LAS REGIONES CON MÁS CASOS. eN LO QUE VA DE ESTE AÑO SE HAN DENUNCIADO 20 PLAGIOS