Con el inicio de la pubertad finaliza el período óptimo para el aprendizaje, lo que se debe entre otros a cambios en el hipocampo del cerebro, que frena su susceptibilidad y reduce la capacidad de aprendizaje y memoria de los adolescentes.
Esta disminución en la capacidad de aprendizaje durante la pubertad pudo ser revertida con ayuda de una hormona del estrés, al menos en experimentos con ratones, indicaron Sheryl Smith de la Universidad Estatal de Nueva York y colegas en un artículo publicado en la revista especializada 'Science' (volumen 327, página 1 515).
El hipocampo es una estructura cerebral evolutivamente muy antigua, que participa en los procesos de aprendizaje y memoria.
En sus experimentos, el equipo encabezado por Smith demostró que con el inicio de la pubertad se produce en el hipocampo una gran cantidad de un tipo especial de receptor, denominado GABAA.
La producción de este tipo de receptor perturba un proceso de aprendizaje en el hipocampo, llamado potenciación a largo plazo.
En este proceso se fortalecen en general las transmisiones de señales entre las neuronas durante un cierto tiempo, almacenando de esta manera nuevos contenidos en la memoria.
Como consecuencia de las modificaciones que sufren en el cerebro, los ratones púberes tuvieron resultados mucho peores que sus congéneres prepúberes en pruebas de aprendizaje.
Cuando los investigadores le administraron a los animales la hormona de estrés THP (allopregnanolona), los ratones en la pubertad demostraron tener un aprendizaje similar a los demás.
Sin embargo, en los roedores que se encontraban antes o después de la pubertad, la hormona tenía el efecto contrario, es decir que su capacidad de aprendizaje se reducía considerablemente bajo la influencia de la THP.
Este resultado coincide con el conocimiento de que el THP es responsable de una disminución de la capacidad de memoria y aprendizaje a edades avanzadas.
'Nuestras investigaciones demuestran que hay mecanismos cerebrales específicos que modifican el aprendizaje durante la pubertad, y que un leve estrés posiblemente puede revertir en la adolescencia la menor capacidad de aprendizaje', resumió Smith los resultados en un comunicado de prensa de la Universidad Estatal de Nueva York.
Es posible que los adolescentes necesiten en la escuela estrategias de aprendizaje y motivación especiales. Además, también cabría la posibilidad de desarrollar un medicamento que mejore la capacidad de aprendizaje, ante todo en púberes con dificultades.
DPA