La noche del 16 de julio de 1992, cometió un atentado en el corazón de Lima que causó la muerte de 25 personas inocentes y 155 heridos. Este acontecimiento generó una masiva reacción de rechazo ciudadano. y casi tres décadas después se convirtió en un símbolo de la derrota del grupo terrorista, al llevar a toda su cúpula a una condena a cadena perpetua.

A las 21:35 horas de aquel jueves hace 30 años, cuando muchas familias ya descansaban en sus hogares, estalló un coche bomba cargado con unos 250 kilos de explosivos en la calle Tarata, ubicada en el distrito de Miraflores, que destruyó y dañó edificios, negocios y automóviles en esa conocida zona turística y residencial de Lima.

“El atentado de la calle Tarata le mostró al país la barbarie que significa Sendero Luminoso y sus acciones. Un acto tan brutal (...) permitió reflejar la violencia demencial de esta agrupación”, comentó a Efe el periodista Umberto Jara, autor, entre otros libros, de una investigación sobre el fundador de Sendero, Abimael Guzmán.

La historia

La Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) señaló en su informe final de 2003 que este atentado se cometió en un contexto en el que Sendero Luminoso hizo estallar, de enero a julio de 1992, 37 coches bomba en Lima, que causaron unos 50 muertos, en total.

“Era la ofensiva más intensa” desatada por Sendero contra la capital peruana, que incluyó el asesinato de dirigentes populares como María Elena Moyano, la famosa “madre coraje”, ya que Guzmán consideraba que se debía pasar a una etapa de “equilibrio estratégico” en su objetivo de capturar el poder.

Sin embargo, tras la conmoción que causó el atentado de la calle Tarata se pasó a la indignación y a una masiva movilización ciudadana contra una organización que ya había causado miles de muertos desde 1980 en el país, mientras pretendía convertir a Perú en una “república popular de nueva democracia”.

“El pueblo se unió totalmente contra el terrorismo...Se tomó conciencia de la brutalidad del terrorismo, es decir, los ciudadanos sintieron lo que durante una década habían sentido los pobladores al interior del país”, comentó el alcalde de Miraflores antes de remarcar que está “totalmente de acuerdo” en que este atentado “fue el inicio del fin” de Sendero y desencadenó en la captura de Guzmán, en septiembre de 1992.

El 11 de septiembre de 1992, poco menos de dos meses después del atentado, el Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) de la Policía peruana capturó en una vivienda de Lima a Guzmán, quien permaneció en prisión hasta su muerte, a los 86 años, en septiembre de 2021.

Sanción y memoria

Pero el atentado de Tarata también puede considerarse un símbolo de la derrota senderista porque fue, precisamente, por este caso que toda su cúpula fue condenada a cadena perpetua en 2018 por el delito de terrorismo con agravantes.

Esa condena, que fue ratificada en febrero de este año por la Corte Suprema, comprendió, además de a Guzmán, a Elena Yparraguirre, Óscar Ramírez, María Pantoja, Laura Zambrano, Florentino Cerrón, Florindo Flores, Edmundo Cox, Osmán Morote y Margot Liendo.

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