El italiano Flavio Briatore celebró hoy uno de los éxitos más importantes de su carrera: un tribunal de París levantó la sanción de por vida que pesaba sobre él para ejercer cualquier cargo en la Fórmula 1, al declarar nulo el correspondiente fallo de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).
Según la corte parisina, la base probatoria era débil porque el testigo era anónimo y no pudo ser interrogado por la defensa. En una primera reacción, la FIA anunció que estudia las posibilidades de apelación y resaltó que la resolución de hoy no tendrá validez hasta que haya sido agotada esa instancia.
El ex jefe de Renault fue suspendido por la FIA el último 21 de septiembre acusado de obligar al piloto Nelson Piquet Jr. a estrellarse en el Gran Premio de Singapur en 2008 para favorecer a su compañero de equipo, el español Fernando Alonso.
Briatore, que sostiene su inocencia, negaba que la FIA tuviera competencia para sancionarlo y exigía una indemnización millonaria.
'La corte decidió que la sanción era ilegal', afirmó el juez responsable del caso, que además determinó que Briatore recibiera 15 000 euros (21 500 dólares) en compensación por daños a su reputación.
La FIA había condenado al italiano de 59 años como el inductor del accidente en Singapur y calificado el caso como una violación de las normas de 'gravedad sin precedentes'.
Briatore fue inhabilitado por 'tiempo ilimitado' para ejercer cargo alguno en cualquier competición bajo el amparo de la FIA. Pat Symonds, responsable de ingeniería en el momento del accidente, fue sancionado con cinco años de exclusión.
El italiano se consideró a sí mismo un chivo expiatorio, ya que el equipo Renault, cuya salida de la competición temía la Fórmula 1, fue castigado únicamente con una sanción de dos años de exclusión que quedó sin embargo en suspenso.
La casa francesa en su momento tomó distancia de Briatore y Symonds, argumentando que no tenía idea de que 'los conspiradores' fueran capaces de esta clase de comportamiento, y prometió crear 'una nueva estructura dentro del equipo y revisar procedimientos internos' a fin de evitar que hechos como el de Singapur se repitieran en el futuro.
En su defensa, Briatore acusó al ex presidente de la FIA Max Mosley de 'estar ciego por un excesivo deseo de revancha personal' en el caso y consideró que el organismo había pasado por alto 'las reglas más básicas de procedimiento y los derechos a un juicio justo'.
FIA responde La resolución de hoy significa un duro golpe para la FIA, pero el organismo ahora liderado por el francés Jean Todt ya dejó en claro que dará pelea.
A través de un comunicado, recalcó que como máximo ente rector del automovilismo tiene la potestad de excluir de la actividad a 'aquellos que intencionalmente ponen en riesgo la vida de otros'.
Además, la FIA anunció que está decidida a tomar 'las acciones apropiadas destinadas a asegurar que ninguna persona que haya tomado parte en un acto de engaño deliberado pueda en el futuro seguir participando en la Fórmula 1'.
DPA