De tres balazos en la cabeza fue asesinado Raúl Carlos Tucto Vigilio (41), quien en febrero de 2005 denunció a los entonces mayor PNP Joe Frank Sánchez Alva, teniente PNP Manuel Fernando Deza Pereyra y suboficiales Segundo Chávez Navarro y Hernán Baldeón Reynoso por haberlo extorsionado con 30 mil dólares durante un operativo en Lince aduciendo que su ve- hículo se encontraba con una orden de captura.
El cadáver de Tucto Vigilio fue encontrado a las 7 de la mañana de ayer, en el asiento del copiloto de una moderna camioneta 4x4, de placa LGB-127, que fue abandonada frente al inmueble 578 de la avenida Naranjal, en Los Olivos, la noche del martes último, según refirieron los vecinos de la zona.
Los peritos de Crimina-lística determinaron que el victimado tenía entre 10 y 15 horas de fallecido, por lo que los agentes de la División de Investigación Criminal (Divincri) de Los Olivos presumen que no fue asesinado en el lugar.
Dentro del vehículo de color plateado y lunas polarizadas se hallaron tres casquillos de pistola 9 milímetros, botellas de agua y gaseosa, y dentro de la maletera se encontró ropa deportiva y CDs de música variada.
Hasta el lugar llegó Vanessa Dulanto Barne-chea, esposa del fallecido, quien dijo desconocer los motivos por los que su pareja había sido acribillado.
Asimismo, acudieron uno de sus hermanos, primo y tía, quienes aseguraron que el único problema que había tenido Tucto Vigilio era la denuncia que realizó contra los mencionados policías.
Raúl Tucto, quien según Reniec tiene domicilio en la ciudad de Barcelona, España, registraba antecedente por el delito de lesiones graves, en el año 2001, en la Primera Fiscalía Provincial de Villa María del Triunfo.
Sus familiares contaron que el fallecido manejaba algunos negocios relacionados a la minería y textilería. Además, agregaron que el hombre se preocupaba siempre por el bienestar de sus hijos.
Vanessa Dulanto pidió a los agentes de la Divincri de Los Olivos rendir su manifestación en los próximos días, ya que dijo necesitaba la presencia de un abogado y, además, deseaba retirar el cadáver de su esposo de la Morgue Central de Lima, asistir al velorio y al entierro.
La policía viene investigando los nexos entre el macabro crimen y la denuncia que hizo por extorsión contra los policías, quienes fueron investigados por Inspectoría General de dicha institución castrense.