Miles de limeños visitaron ayer, en el Día de todos los Santos, las tumbas de sus seres queridos en el populoso cementerio Los Sauces, en San Juan de Lurigancho. En el lugar, no sólo degustaron comidas típicas, sino bebieron cervezas al pie de las lápidas a manera de aplacar el dolor por la partida de sus familiares.
'Mi mamá era una persona alegre, solidaria y cariñosa. La extraño y siempre estará en mi corazón', contó entre lágrimas Rossy Mendoza Ramos, al pie de la tumba de su progenitora Natalia Ramos, quien murió un 28 de octubre de 1987, víctima de pulmonía a los 50 años de edad. Desde las 7:00 horas, las cruces y tumbas esparcidas sobre el cerro agreste de Los Sauces, fueron colmadas de velas y el agradable olor de flores frescas.
Al mediodía, el intenso sol motivó a los visitantes a beber cerveza, mientras que el ritmo contagiante de los huaynos andinos los animó a zapatear cerca a las tumbas de sus parientes. De esa forma el viejo Juan Mendoza, quien falleció hace 5 años a causa de un accidente vehicular, fue recordado por sus seres queridos. 'A mi padre le gustaba cantar y zapatear sus huaynos en los carnavales, nos contagiaba su alegría', contó uno de sus hijos.
Al lado, Walter Ayala, adornaba con flores la tumba de su suegro. 'El fue el padre que nunca tuve. Era una persona sana y llena de vitalidad', comentó. El pueblo peruano conmemoró el Día de los Santos y la velada en Los Sauces se prolongó hasta el atardecer.