La ONG Orca inició una campaña para liberar a Huayrurín, un delfín rosado (Inia geoffrensis) que padece lesiones en sus aletas causadas aparentemente por las condiciones de su cautiverio en el zoológico peruano de Quistococha, ubicado en la ciudad amazónica de Iquitos, en el noreste del país.
La organización alertó en un mensaje difundido en redes sociales que la salud mental y física del cetáceo, de más de 2 metros de longitud y 130 kilos de peso, "se ha deteriorado tras diez años en soledad y depresión".
"Pedimos la libertad de Huayrurín y reinventar Quistococha como un centro de rescate para que animales de la selva vuelvan a su hábitat, de manera que este lugar en un símbolo de respeto por la naturaleza e inspire amor por los animales", añadió.
La ONG ambientalista denunció que el zoológico de Quistococha está "lleno de animales atrapados en las peores condiciones, en jaulas tristemente rodeados de su hábitat natural al que no pueden llegar".
Las lesiones y condiciones de cautiverio del delfín fueron denunciadas por su excuidadora, la bióloga Sandy Tassi, en un reportaje del programa televisivo Cuarto Poder emitido el domingo.
Tassi, que renunció al zoológico al ver que no mejoraba el hábitat del delfín, explicó que el ejemplar tiene las heridas desde septiembre, producidas por el roce de sus aletas con las paredes del estanque, que no son completamente lisas, y el agua estancada impide que esas lesiones sanen de manera rápida.
La segunda fiscalía especializada en materia ambiental de Loreto constató en una inspección realizada el viernes a Quistococha que el delfín presenta heridas en proceso de cicatrización en la aleta pectoral izquierda y en la cola, según indicó la Fiscalía peruana en un comunicado.
El biólogo de Quistococha, Javier Velásquez, indicó a la fiscal provincial adjunta, Jessica Vences, que las heridas del animal se han recuperado en un 80 % en comparación a su estado meses atrás, y recomendó que el animal permanezca en su estanque hasta su recuperación total.
Velásquez defendió que Huayrurín no puede ser liberado debido al extenso tiempo que ha permanecido en cautiverio.
Las autoridades y especialistas recorrieron posteriormente el área del complejo turístico y verificaron que el estado de salud del resto de animales es aparentemente bueno, a excepción de especies como la anaconda, tigrillos (leopardos tigres) y primates, que se encuentran recluidos en espacios reducidos.