Una muestra más de que la mayoría fujimorista hace lo que le da la gana en el Congreso es el blindaje que le aplicaron a los legisladores “naranjas” Kenji Fujimori y Luz Salgado en la Comisión de Ética.
El primero está con roche por regalar a diestra y siniestra durante la semana de representación y, la segunda, incumplió la promesa de renunciar tras la bochornosa compra de computadoras a una empresa fantasma para el Parlamento.
Ser más en las comisiones permite a los dirigidos por Keiko Fujimori direccionar las votaciones y salvar a quien más les conviene. El pueblo está tomando nota.
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