Muchas veces las autoridades de nuestro país parecen que viven en otro mundo. La ministra de Educación, Marilú Martens, parece no leer diarios ni ver los reportes de la televisión para enterarse de los trágicos efectos de las lluvias, huaicos e inundaciones.
Por eso, afirmar que las clases empezarán el 13 de marzo en todo el país es suponer que en Ica, Chiclayo, Piura, Tumbes y otras regiones nunca pasó nada.
Los colegios pueden estar listos, pero los miles de damnificados no tienen dinero para enviar a sus hijos, por lo menos, bien uniformados a la escuela.
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