Tantas cosas se pueden decir de Carmencita Lara. Era la voz de los corazones heridos (esa mujer nunca te amó/esa mujer siempre te engañó/y se burlaba de ti cuantas veces quería/y te besaba fingiéndote querer). Con su canto, se mataban las penas (Estoy seguro que sin ti/sería muy feliz/porque fuiste para mí/un engaño más). E incidía en la añoranza familiar (Hoy, que estoy tan triste/quiero a mi madre juntito estar/pero, ay, no puedo/estoy tan lejos/solo me queda, solo llorar). A las 91 años, partió llevando su sentimiento al cielo y seguro Dios la recibirá con los brazos abiertos para sumarla a su coro celestial.
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