Ni bien la Comisión de Constitución mandó al archivo el proyecto de ley presentado por el Ejecutivo -y auspiciado por el cerronismo- para establecer una asamblea constituyente, los discípulos de Vladimir Cerrón salieron como perros bravos a mostrarle los dientes a quienes le cerraron el paso a este capricho constitucional. Lo que no entienden es que ese resultado de 11 votos a favor y 6 en contra es avalado por los diversos sondeos de opinión publicados en los últimos días sobre el tema. La mayoría de la población a nivel nacional exige, en primer orden, una estrategia eficiente contra la inseguridad ciudadana y la posibilidad de cambiar la Carta Magna figura en el último puesto. Mal hacen, entonces, los “lapicitos” en azuzar al “pueblo” a que salga a las calles y siga con la cantaleta del referéndum que sabe Dios qué más desgracias le depararía al país. Es inaudito que un gobierno que no tiene rumbo y su mejor política es el escándalo diario quiera meterse en camisa de once varas con un proceso de consulta que además sale carísimo.