Para los peruanos, y en especial los limeños, es una inmensa alegría que nuestra capital sea sede de los Juegos Panamericanos del 2027, en que nuevamente los mejores atletas del continente estarán en nuestro suelo compitiendo como sucedió en 2019, en que dimos un gran ejemplo de organización y hospitalidad. La ventaja, esta vez, es que ya contamos con la infraestructura necesaria para hacer una competencia de primera. Pero más allá de deporte, estos juegos harán que el Perú esté en los ojos del mundo con nuestros atractivos turísticos, gastronomía, cultura, tradición y la calidad de anfitriones que somos cuando nos lo proponemos. Es una excelente noticia y es bueno destacar que el gobierno y el Estado en general, se hayan propuesto conseguir la sede, lo que se logró. La postulación ha sido una política de Estado, pues en 2027 la presidenta Dina Boluarte ya no estará en el cargo. Trabajar así, más allá del gobierno del momento, es bueno. ¡Arriba Perú!