El incremento de los casos de extorsiones a las empresas de transporte público, así como la falta de acciones efectivas para frenar el avance de este delito han llevado a los conductores a tomar medidas para no morir a manos de los delincuentes. Desde hace unos días se han visto en la obligación de incrementar el precio de los pasajes para así “cubrir el costo” del pago de cupos. Las amenazas constantes y los casos de asesinatos a choferes los llevan a tomar esta medida ya que se sienten desprotegidos por parte de las autoridades. Es pagar o morir. Así están las cosas en nuestro país y los usuarios del transporte público se ven afectados en sus bolsillos porque tendrán que pagar más para transportarse. Es lamentable ver cómo las extorsiones se han vuelto parte del día a día. Pagar cupos se ha convertido en un gasto más en el presupuesto de los transportistas, sumado al gasto en combustible o mantenimiento de la unidad. Es el colmo. Mientras eso pasa, la presidenta pide permiso para viajar a Japón e Indonesia. Así estamos.