Nadie puede estar en contra del cierre de vías o desvíos de rutas para realizar obras en beneficio de la ciudad. En ese sentido, el cierre de la avenida 9 de diciembre (Paseo Colón), en el Centro de Lima, obviamente, perjudica a los conductores y a la ciudadanía, pero es necesario para que se pueda construir la estación central del Metro. Corresponde a la Municipalidad de Lima habilitar rutas alternas e informar adecuadamente de ello. Y la empresa concesionaria debe cumplir con los plazos en la ejecución de los trabajos. Porque muchas veces se inician obras y estas se prolongan por el doble o triple de años prometidos perjudicando sobremanera al tránsito, a los vecinos y negocios, que se ven obligados a cerrar. Además, las zonas con alta carga vehicular se convierten en las preferidas de la delincuencia, porque por ellas pululan ladrones que hacen de las suyas asaltando a los transeúntes. Si las obras se hacen en los plazos fijados, todos ganamos.