La actitud distante del presidente Pedro Castillo con la prensa no solo se ve reflejada en su rechazo a dar entrevistas a los medios de comunicación, también se demuestra con la colocación de rejas en el perímetro de la Plaza de Armas de Lima. Esta medida, más allá de mantener al margen a los hombres de prensa, viene perjudicando no solo a los cientos de turistas que llegan a la capital a conocer la Plaza Mayor y admirar la hermosa arquitectura que la rodea y tomarse una foto para el recuerdo, los comercios que se ubican en inmediaciones de Palacio de Gobierno también se han visto afectados en sus ventas al punto que algunos han tenido que cerrar sus locales porque nadie entra a adquirir sus productos. Caminar libremente por la Plaza de Armas hoy en día es prácticamente imposible, porque una reja nos saldrá al paso. Parece que el mandatario ha olvidado que la calle es de todos y que tenemos derecho a transitar libremente y disfrutar de nuestro patrimonio. Ojalá y esto cambie pronto, la Plaza de Armas es de todos.