Entre el 2023, y lo que va del año 2024, la Inspectoría General de la Policía Nacional ha sancionado a 2146 policías, entre oficiales y suboficiales, por estar inmersos en hechos de corrupción o haber cometido delitos muy graves. De esta cifra, el 70 %de los efectivos fueron castigados con su pase al retiro, mientras que 445 fueron suspendidos desde 1 a 2 años sin percibir remuneración. Entre los hechos por los que fueron castigados estos malos elementos está el consumo de alcohol (25 %), cobros indebidos a los ciudadanos (23 %), maltrato, violencia familiar, violencia sexual (40 %), participación en hechos delictivos (23%), abuso de autoridad y cobro de coimas (35%). Las cifras no son pocas. Ante estos hechos, es fundamental que la institución no haga espíritu de cuerpo y sancione con severidad a estos malos elementos. Si la población no puede confiar en su policía nacional porque está infestada de corruptos, ¿en quién vamos a confiar?