Las denuncias de los casos de violación a escolares de la comunidad Awajún en la región Amazonas, sumado a las inapropiadas expresiones del ministro de Educación, Morgan Quero, aunque él diga que fueron tergiversadas, son razones suficientes para que el titular del Ministerio de Educación renuncie a su cargo. A esta salida también se debe sumar la de la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Ángela Hernández, quien respaldó las desafortunadas declaraciones del ministro Quero por calificar como “una práctica cultural” las denuncias de abusos sexuales a escolares awajún. No es posible que el gabinete esté integrado por profesionales a quienes les cuesta reconocer que se equivocaron y pedir disculpas por ello. Con su actitud solo demuestran su poca empatía y que están desconectados con la realidad que se vive en el interior del país. Desde el Congreso, ya se alistan los pedidos de renuncia y la parlamentaria Ruth Luque presentó una denuncia penal contra los ministros de Educación y de la Mujer. Lo mejor es que se vayan.