Una muestra de que el delito en el país se ha extendido en los últimos años, es el retorno de la modalidad del secuestro, que desde los años 90 casi había desaparecido en el país, donde el hampa ha estado más dedicada al robo y la extorsión. Meses atrás supimos del caso de un odontólogo raptado y luego asesinado en Lima. En las últimas horas, desde Trujillo se ha hecho público el caso del rapto de un ciudadano que fue sacado a rastras del interior de su local, tal como lo muestran las cámaras de seguridad. ¿Qué se está haciendo para poner coto a este delito que no necesariamente afecta a gente con grades fortunas, sino a profesionales y emprendedores? Pero no es el único delito que ha vuelto. Ayer hemos sido testigos del asalto a un banco en San Martín de Porres, distrito en estado de emergencia. Como vemos, estamos como en los años 80. Solo falta que veamos resucitar al “Loco Vicharra”, a la banda de “Los retacos” o a los hermanos Sánchez Bedón.