Restos de comida, decenas de botellas de licor y cerveza y una variedad de desperdicios fue lo que dejaron los cientos de fieles luego de los recorridos del Jueves y Viernes Santo por el Cerro San Cristóbal. Cúmulos de basura se pudieron apreciar junto a la gran cruz que corona el llamado cerro tutelar de Lima. Así no se vive la fe, señores. Lamentable era el escenario que se vio ayer muy temprano a lo largo del camino que lleva a la cúspide del mencionado cerro. Como rápida respuesta a ese lamentable panorama, la municipalidad del Rímac puso manos a la obra y realizó los trabajos de limpieza. Pero ese no fue el único escenario con desperdicios. Otro lugar donde también se acumuló basura fueron las playas. Agua Dulce, uno de los balnearios más visitados para acampar por Semana Santa, amaneció regada de botellas de cerveza y restos de comida. Lo que debió ser un tiempo de reflexión y acogimiento terminó siendo esa mal llamada “Semana tranca”. ¿Cuándo aprenderemos a ser ciudadanos limpios y ordenados?