mano dura a los actos  de violencia
mano dura a los actos de violencia

Habló fuerte y claro. La agresión a los jugadores de Universitario de Deportes por parte de algunos hinchas el pasado martes motivó una enérgica respuesta desde el Ministerio del Interior. El ministro del sector, Carlos Basombrío, afirmó ayer en conferencia de prensa que “la Policía no es niñera de los barristas” y anunció severas medidas en el marco de la ley que sanciona la violencia en los espectáculos deportivos.

Estrategia. “El Ministerio del Interior puede colaborar en construir condiciones para que la fiesta del fútbol se recupere”, dijo Basombrio, añadiendo que puede, en coordinación con los dirigentes de los clubes, colaborar con las unidades de inteligencia para identificar a los hampones que se infiltran en las barras para causar violencia.

Asimismo, anunció la creación de un “verdadero empadronamiento de barristas” y la cancelación de cualquier espectáculo deportivo de presentarse hechos violentos en el estadio o en las calles en horas previas a su realización.

La prohibición del ingreso a los estadios portando banderolas, correas y bombos se mantiene, pues en palabras de Carlos Basombrío, son motivo de disputas en las tribunas y los exteriores de los estadios.

Seguridad. Basombrío afirmó que ya no destinarán gran número de efectivos policiales para cuidar que los barristas no hagan desmanes en la calle. “Destacar a policías para que cuiden a los barristas significa quitar efectivos de las calles y desproteger a la ciudadanía. Eso se acabó”, manifestó Basombrío, al añadir que la Policía tiene la orden de no asignar un número de efectivos que trascienda lo “normal” en los espectáculos deportivos.

Seguridad. Basombrío afirmó que ya no destinarán gran número de efectivos policiales para cuidar que los barristas no hagan desmanes en la calle. “Destacar a policías para que cuiden a los barristas significa quitar efectivos de las calles y desproteger a la ciudadanía. Eso se acabó”, manifestó Basombrío, al añadir que la Policía tiene la orden de no asignar un número de efectivos que trascienda lo “normal” en los espectáculos deportivos.