Colonos judíos del conjunto de asentamientos de Gush Etzion, en Cisjordania, celebran hoy con palestinos el "Iftar", la ruptura del ayuno del mes sagrado musulmán de Ramadán, como parte de una iniciativa local para intentar acercarlos hacia la coexistencia.
El "Iftar", que comenzará al atardecer de esta noche en un patio de Gush Etzion, tendrá como peculiaridad que la mitad de sus asistentes serán judíos, provenientes de colonias vecinas, y compartirán cena y conversación con algunos musulmanes residentes en los alrededores.
Es una iniciativa de una ONG local llamada "Shorashim-Judur", "Raíces" en hebreo y árabe, de un grupo de colonos y palestinos, vecinos y religiosos, que se describen como "un movimiento que promueve la comprensión, la no violencia y la transformación entre palestinos e israelíes".
"Esta noche vengo a la cena para lidiar con una enfermedad emocional que creo que nos afecta tanto a israelíes como a palestinos", dice a Efe el rabino Hanan Schlesinger, quien llegó de Nueva York hace 30 años a la colonia de Alon Shvut: "Ambos estamos traumatizados por el miedo, la sospecha, la incomprensión".
Schlesinger explica que el objetivo de la ONG es conocerse para entenderse, lo cual no está exento de problemas: "(Este tipo de encuentros) van en contra de las narrativas de ambos pueblos. A ellos les enseñan que hablar con colonos es traición y a nosotros que no hay con quien hablar".
Jaled Abu Awad, miembro palestino de "Shorashim-Judur", señala que efectivamente es un asunto muy delicado y que guardan discreción con respecto a los encuentros y conversaciones.
El puente que los une es la creencia religiosa y Schlesinger explica: "Creemos que el pueblo de Israel es un pueblo y no sólo una religión, creemos que tenemos derecho a esa tierra desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo, pero también creemos que los palestinos tienen derecho a esta tierra desde el Jordán hasta el Mediterráneo por los mismos motivos", explica.
"Mientras no entendamos la narrativa histórica del otro no avanzaremos", afirma el rabino, y añade que "hay que darle a cada uno el derecho a definirse": "No pueden decirme que soy religión y no pueblo y yo no puedo decirles que el pueblo palestino no existe".
Abu Awad explica que el Ramadán es un mes de meditación y espiritualidad y el "Iftar" es el momento más adecuado para relacionarse con otros seres humanos, por eso es interesante esta cena de hoy".
"Tenemos intención de cambio, alrededor de la mesa comeremos y hablaremos de las cosas más difíciles, como hemos hecho en otras ocasiones, nuestro objetivo final es que hayan negociaciones de paz permanentes", concluye Awad.
Colonos judíos del conjunto de asentamientos de Gush Etzion, en Cisjordania, celebran hoy con palestinos el "Iftar", la ruptura del ayuno del mes sagrado musulmán de Ramadán, como parte de una iniciativa local para intentar acercarlos hacia la coexistencia.
El "Iftar", que comenzará al atardecer de esta noche en un patio de Gush Etzion, tendrá como peculiaridad que la mitad de sus asistentes serán judíos, provenientes de colonias vecinas, y compartirán cena y conversación con algunos musulmanes residentes en los alrededores.
Es una iniciativa de una ONG local llamada "Shorashim-Judur", "Raíces" en hebreo y árabe, de un grupo de colonos y palestinos, vecinos y religiosos, que se describen como "un movimiento que promueve la comprensión, la no violencia y la transformación entre palestinos e israelíes".
"Esta noche vengo a la cena para lidiar con una enfermedad emocional que creo que nos afecta tanto a israelíes como a palestinos", dice a Efe el rabino Hanan Schlesinger, quien llegó de Nueva York hace 30 años a la colonia de Alon Shvut: "Ambos estamos traumatizados por el miedo, la sospecha, la incomprensión".
Schlesinger explica que el objetivo de la ONG es conocerse para entenderse, lo cual no está exento de problemas: "(Este tipo de encuentros) van en contra de las narrativas de ambos pueblos. A ellos les enseñan que hablar con colonos es traición y a nosotros que no hay con quien hablar".
Jaled Abu Awad, miembro palestino de "Shorashim-Judur", señala que efectivamente es un asunto muy delicado y que guardan discreción con respecto a los encuentros y conversaciones.
El puente que los une es la creencia religiosa y Schlesinger explica: "Creemos que el pueblo de Israel es un pueblo y no sólo una religión, creemos que tenemos derecho a esa tierra desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo, pero también creemos que los palestinos tienen derecho a esta tierra desde el Jordán hasta el Mediterráneo por los mismos motivos", explica.
"Mientras no entendamos la narrativa histórica del otro no avanzaremos", afirma el rabino, y añade que "hay que darle a cada uno el derecho a definirse": "No pueden decirme que soy religión y no pueblo y yo no puedo decirles que el pueblo palestino no existe".
Abu Awad explica que el Ramadán es un mes de meditación y espiritualidad y el "Iftar" es el momento más adecuado para relacionarse con otros seres humanos, por eso es interesante esta cena de hoy".
"Tenemos intención de cambio, alrededor de la mesa comeremos y hablaremos de las cosas más difíciles, como hemos hecho en otras ocasiones, nuestro objetivo final es que hayan negociaciones de paz permanentes", concluye Awad.