Israel mató en sendos atentados a Fuad Shukr, jefe militar del grupo chií Hezbolá, y a Ismail Haniyeh, líder político del grupo palestino Hamás, al primero en Beirut (Líbano) y al segundo en Teherán, capital de su archienemigo islámico Irán.
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El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se congratuló por el asesinato de Fuad Shukr, el martes en un bombardeo en Dahye, bastión de Hezbolá. Civiles murieron con Fuad Shukr.
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Netanyahu no se refirió a Ismail Haniyeh, como suele suceder con Israel ante sus ataques selectivos contra Irán.
A misilazos
Ismail Haniyeh murió ayer al ser alcanzado por un proyectil guiado desde el aire en Teherán, informó el gobierno de la república islámica chií.
La víctima mortal asistía a la toma de posesión del nuevo presidente de Irán, Masoud Pezeshkian.
El ayatolá Ali Khamenei, líder supremo de la República Islámica de Irán, dio la orden de atacar a Israel en represalia por las muertes.
Israel espera ataques
Ante las posibles represalias en su territorio tras las muertes de Fuad Shukr, jefe militar del grupo chií Hezbolá, y de Ismail Haniyeh, líder político del grupo islamista Hamás, Israel está listo “para cualquier escenario” y “afrontar cualquier amenaza”, advirtió ayer en mensaje a la Nación el primer ministro sionista, Benjamín Netanyahu.
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