Gravel es un perrito y ahora exagente de la policía de Brisbane, Australia que perdió su trabajo por en vez de causar intimidad a los criminales e inocentes, era muy dócil.
La historia se hizo muy popular en las redes sociales, sobre todo en Facebook ya que el can se acercaba a las personas no para detectar drogas o una inspección, sino para buscar cariño.
Es por ese motivo que el departamento de policía de Queensland le dio de baja por ser adorable y que le era complicado hacer su trabajo como perro policía y actuaba como una mascota. Los agentes del orden consideraron que le faltaba disciplina en un oficio que pone en riesgo su vida.
Sin embargo, no pasó mucho tiempo desocupado ya que el gobernador de Queensland, Paul de Jersey decidió adoptarlo.
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