En la isla de Lesbos, donde a diario llegan centenares de refugiados procedentes de Siria y otras zonas de guerra de Oriente Medio, hay un café que ha tenido un gesto con otros seres vivos desamparados: los perros callejeros.
La cafetería Hott Spott, en la localidad de Mitilene, una de las más importantes de Lesbos (Grecia), cierra cada noche a las 3 de la madrugada para los clientes, pero abre sus puertas para que los perros callejeros puedan dormir en un lugar caliente.
En la imagen, tomada por Eustratios Papanis, psicólogo y profesor de Sociología en la Universidad del Egeo, se puede ver cómo los canes disfrutan de los sillones del local, mucho más confortables que el frío suelo de la calle.