El bullying, acoso físico o psicológico al que someten a un alumno de forma continuada sus compañeros de clase, es un comportamiento que - aunque es más común en niños un poco mayores- también es posible que se presente en edades tempranas. Por ello, Lenka Neyra, pedagoga y directora del Nido Arco Iris, nos brinda las principales señales para poder identificarlo:
De pronto, nuestro niño o niña no quiere ir al colegio, se pone nervioso/a los domingos e incluso le da dolor de estómago o de cabeza.
- No quiere jugar con niños con los que antes jugaba.
- Se muestra irritable y miedoso/a.
- Tiene baja autoestima, se muestra introvertido/a e incluso deprimido/a.
- Aparece en casa con heridas pero no quiere explicar cómo se las hizo.
De acuerdo con la especialista, el bullying en niños menores de 6 años se conoce como acoso preescolar e implica acoso físico (empujones, patadas o agresiones), verbal (insultos o apodos), y/o psicológico (menosprecio, aislamiento, miedo): “Uno o más pequeños se comportan de manera cruel con su “víctima” con la única intención de hacerle daño y sentirse superiores”, afirma.
Asimismo, indica que en niños menores de 5 años no se da acoso como tal ya que los niños de menos de esa edad no tienen empatía, por lo que sus peleas no buscan hacer sufrir y, generalmente, no se dan cuenta de lo que hacen pero “a partir de los 5 años sí son capaces de ser conscientes del daño que causan y muestran intencionalidad en sus actos”.
¿QUÉ DEBEMOS HACER?
Consultada sobre qué acciones deben tomar los padres o tutores al identificar dicha situación, Lenka Neyra indicó algunas de ellas:
- Habla con tu hijo/a y escúchale atentamente para poder detectar cualquier problema en clase: Si ves que algo se repite y afecta a tu hijo/a, no lo dudes y habla cuanto antes con su profesora para buscar una solución al conflicto ya que el acoso, a largo plazo, puede causar muchas secuelas psicológicas y minar su autoestima.
- No minimices la situación: Según Neyra, “muchas veces los padres tendemos a pensar que las peleas son solo cosa de niños y que ya pasará, pero no siempre es solo eso por ello no se debe dejar pasar ningún problema de tu hijo o hija” acota.
- Enséñale a tu hijo/a a defenderse en una situación así: Es recomendable que los padres digan a sus pequeños que cuando otro niño o niña le moleste, le pegue, le insulte o le haga cualquier cosa que le haga sentir mal, debe decírselo a la profesora y a sus padres para que puedan ayudarle a resolver el conflicto. Además, debe intentar mostrarse fuerte y no permitir que el otro se aproveche de él: “Si no asume el papel de víctima, es más complicado que llegue a serlo” indica la especialista.
- Si detectas una situación de acoso preescolar lo primero es intentar resolverlo internamente hablando con el profesor y los padres del niño o niña que realiza la acción de acoso. Si no se soluciona nada, habrá que acudir al director o incluso poner una denuncia. Lo que no se debe hacer nunca es quedarse de brazos cruzados.
- Pide que en el colegio de tu hijo se establezca algún protocolo anti-acoso y se enseñe a los niños a respetar a los demás y no consentir nunca un caso de acoso. Si ningún niño/a lo permite, el niño/a que realice el acto el acosador no tendrá nada que hacer.
Lenka Neyra afirma que la causa del acoso en niños pequeños suele ser imitar comportamientos violentos que ellos ven en casa, llamar la atención o, simplemente, sentirse mejor al hacer daño a otros e indica: “Es complicado detectar el acoso preescolar en niños tan pequeños ya que es habitual que a esta edad se peleen porque aún no saben controlar sus emociones ni gestionar sus problemas, por ello suelen recurrir a los empujones o los insultos pero si nuestro hijo o hija nos cuenta que un niño/a está todos los días molestándole, habrá que observar si es un comportamiento inofensivo o es acoso. La comunicación con profesores y cuidadores es fundamental para que, entre todos, se pueda valorar adecuadamente la situación”, finaliza.
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