Es una fiera en la intimidad
Es una fiera en la intimidad

MIGUEL (39, La Perla). Estoy entre sorprendido y con dudas por la actitud de mi esposa en la intimidad, pues siempre fue conservadora y me hizo sufrir al desearla y privarme de hacerla mía hasta que llegara la noche de bodas.
Eugenia siempre me dijo que no haríamos el amor hasta que nos casáramos y aun cuando se lo pedí en todos los idiomas nunca me soltó prenda, así que no me quedó más que respetar su decisión, hasta que después de dos años de relación nos unimos en matrimonio.
Cuando nos conocimos se mostró muy conservadora e incluso tenía que medirme en algunas bromas de doble sentido porque se daba por ofendida. Hasta que yo me fui acostumbrando a su manera de ser y ella toleraba mis bromas, aun cuando en ocasiones ni las entendía.
Eugenia es ocho años menor que yo y siempre me pregunté por qué no captaba las bromas subidas de tono o se sonrojaba si es que las entendía, hasta que comprendí el por qué al conocer a sus padres, dos señores muy mayores que la criaron a la antigua.
Desde ese entonces la respeté y anhelaba la noche de bodas, sobre todo sentí que podía enseñarle muchas cosas para disfrutar juntos, pero me llevé tremenda sorpresa cuando descubrí que no fui el primero y Eugenia se comportaba como una fiera en la cama.
No le reclamé que no fuera virgen porque finalmente no tengo que juzgar su pasado, pero sí me molestó un poco que supiera tanto de las artes amatorias cuando todo el tiempo se pintó como inexperta.
Me he quedado callado, pero estoy lleno de dudas y no sé qué hacer, pues temo haber sido vilmente engañado.