Últimamente he notado que mi hijo se distrae fácilmente, puede estar viendo la pantalla en sus clases en línea, pero en lugar de estar atento a lo que le dice la maestra, está al pendiente de lo que pasa en casa, o empieza a preguntar cosas que no tienen nada que ver con lo que está aprendiendo.
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He probado casi de todo para ayudarlo a concentrarse y ser menos distraído -desde quitarle distracciones a su alrededor hasta el recipiente con frijoles en los pies-, porque me preocupa que esto afecte su aprendizaje a largo plazo y, lo más importante, no me gusta regañarlo o pedirle cada cinco minutos que se enfoque y se concentre.
Si estás en la misma situación que Consuelo Hernández de ‘Naran Xadul’, antes de pensar que algo anda mal o que será distraído toda su vida, es importante que tomemos en cuenta los tiempos de concentración de cada niño según su edad y logres aprovecharlos al máximo.
Por ejemplo, el tiempo de concentración de un niño de 2 años es de 2 a 8 minutos; para los de 3 años es de 4 a 15 minutos; para los de 4 años es de 5 a 20 minutos; para los de 5 años es de 10 a 25 minutos; para los de 6 es de 12 a 28 minutos; para los de 7 años es de 14 a 30 minutos.
Una vez que conocemos el tiempo de concentración, también podemos seguir algunas recomendaciones como las que deja Karen Zaltzman, pedagoga especialista en crianza para ayudar a nuestros hijos a ser menos distraídos como:
1. Fíjate en sus emociones
Algunas veces las emociones son las que no nos permiten concentrarnos. Por ejemplo, nuestros hijos pueden estar lidiando con sentimientos o emociones difíciles y desconocidas que no les permiten poner atención como ansiedad, estrés o aburrimiento.
Para evitar que esto impacte en su rendimiento, lo ideal es guiarlo para que aprenda a identificar, nombrar y expresar sus emociones.
2. Dedica tiempo y da el ejemplo
Cuando nuestros niños se dan cuenta que les ponemos atención y estamos con ellos sin distracciones (celular, tv, etc), ya sea para leer un libro, jugar un juego de mesa, dibujar o jugar con sus muñecos, dinosaurios o autopistas, estamos favoreciendo momentos de concentración al 100%.
3. Cuida que su descanso sea adecuado
El sueño y cansancio son factores que influyen en la concentración de los niños, así que cuidemos que duerman lo adecuado a su edad, para evitar problemas de atención, comportamiento y aprendizaje.
4. Crea rutinas
Establecer horarios y actividades le ayudará a los niños a concentrarse y saber qué esperar en ese momento. También puede empezar con las actividades más complicadas al inicio y dejar las más sencillas para el final. Se puede crear un diario o una lista de pendientes del día, donde puedan palomear todo lo que han cumplido.
5. Practica ejercicios mentales
Una forma de hacerlo es platicar sobre lo que pasó en su día, si se presentaron problemas, hablar de las posibles soluciones y encontrar la mejor. Al recordar los eventos del día estimulará su memoria y su capacidad de concentración.
6. Jueguen juegos de mesa
Es una actividad que favorece la concentración por más tiempo mientras se divierte. A veces este tipo de distracciones ayudan a enfocarse. Cuando tienen una motivación es fácil enfocarse en las tareas.
7. Ajusta tus expectativas en clases virtuales
No todos los niños aprenden de forma auditiva y este es el único sentido que realmente se estimula en las clases virtuales. Si tu hijo es más bien visual o kinestésico (aprende en movimiento) ayúdale a tener estos estímulos antes y después de sus clases.
También es importante que atendamos las necesidades básicas de nuestros hijos como cuidar que estén satisfechos, es decir, que no tengan hambre o quieran ir al baño. Además, evitemos interrumpirlos en alguna actividad, sobre todo si están concentrados.