Febrero, mes del amor y mes también donde se producen el mayor número de concepciones durante todo el año y no hay mejor manera de recibir a los nuevos integrantes de la familia con lo mejor que los padres les puedan entregar.
Para Katherine Lastra, licenciada en psicóloga del Centro Psicovive, brindarles estimulación temprana a los niños incluso desde recién nacidos les aporta muchos beneficios.
- Potencia mejor sus habilidades.
- Fortalece sus procesos cognitivos como: concentración, memoria, incluso hasta la inteligencia.
- Crea un mejor lazo con los padres, y a nivel social se desarrolla la expresión, gestionar adecuadamente las emociones.
- A nivel motor se realizan diferentes ejercicios para que pueda llegar a cumplir ciertos patrones mientras van creciendo como: levantar la cabeza, gatear, caminar, entre otros.
Para la especialista en estimulación temprana, la diferencia entre un niño que recibe terapia de estimulación temprana en comparación a un niño que no recibe este soporte, sí es notoria ya que para empezar, los niños tienen mayor relación con las cosas que los rodean.
Un niño que no ha llevado ninguna estimulación cumple lo que es parte de su desarrollo, ciertos estándares pero siempre marcará la diferencia con el tipo de relación, y cómo gestiona los estímulos que tiene en su medio ambiente, mientras el niño que lleva estimulación temprana tiene una mejor relación e interacción, también tienen un mejor lazo con las personas que lo rodean y una mejor comunicación. Es decir, duplica las bases esenciales con que todo niño nace y sobre todo ayuda a que más adelante pueda desenvolverse en diferentes situaciones.
Dentro de las terapias de estimulación temprana, lo que se estimula básicamente es la parte táctil, ya que es su primer contacto con su medio ambiente en donde el bebé pueda experimentar diferentes texturas, temperaturas, se les puede hablar, tener el contacto piel a piel que es fundamental en ellos.
Mientras más temprana edad el niño pueda tener mayor contacto con los estímulos que hay en su medio ambiente le ayudará a desarrollar ciertos aspectos a nivel neuronal que si no lo capta en determinadas edades - no será imposible, pero va requerir más adelante un poco más de esfuerzo -.
Según la psicóloga Lastra, la frecuencia con la que uno en casa puede estimular a sus bebés tendría que ser un tiempo máximo de 15 minutos. Por ejemplo: en las mañanas mientras se les cambia el pañal, se les puede conversar, hacerles gestos, hacerles sentir texturas por la piel. Mientras que en la tarde se les puede presentar olores.
CHARLA GRATUITA
Por último, la especialista invita a todos los padres interesados en conocer más sobre la estimulación temprana para sus bebés a una campaña gratuita organizada por el Centro Psicovive en donde podrán aprender diferentes herramientas para que también puedan llevarlo a cabo en sus casas. El evento se llevará a cabo este jueves 02 de marzo, a las 11:00am, en Francisco masías 2521, Lince.
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