Alto al maltrato infantil

Lamentablemente, aún hay padres que emplean el maltrato físico como castigo para sus hijos, situación que trae como consecuencia actitudes agresivas, desafiantes, así como problemas de ansiedad, depresión o bloqueos mentales que afectan el desarrollo de los menores.
Para Manuel Saravia, director del Instituto Guestalt de Lima, todo acto de violencia por parte de un adulto contra un niño, sin tener en cuenta lo breve o leve que sea, deja una cicatriz emocional que dura para toda la vida.
'Los padres que golpean a sus hijos les enseñan con esta conducta que la interacción humana se basa en la fuerza, es decir que el que tiene más fuerza está en lo correcto. Cuanto más se golpee a un niño, será más probable que como adulto él se relacione con otros mediante la fuerza y no por la razón', advierte.
Asimismo, es probable que un niño que es golpeado o humillado repita estos patrones de conducta con sus hijos, creándose así un círculo de violencia doméstica.