Los prebióticos y probióticos ayudan a fortalecer el sistema inmune.
Investigaciones científicas demuestran que uno de cada cuatro niños sufre algún tipo de alergia antes de los 5 años, y la mayoría de ellas se debe a un sistema de defensas inmaduro. En esto la alimentación de los niños juega un papel esencial.
La leche materna es el mejor alimento para los bebés, pero cuando el lactante ya empieza a ingerir alimentos sólidos hay que tener cuidado porque puede desa-rrollar alergias. Por ello, la alimentación en adelante debe ser muy bien planeada. Los padres deben ver que cada uno de los alimentos que ingiere el niño tenga nutrientes que lo ayuden en su desarrollo.
La doctora Sanja Kolacek, pediatra gastroenteróloga y vicepresidenta de la Sociedad Croata de Nutrición Parental y Enteral, explicó que la flora intestinal tiene que estar en balance ingiriendo bacterias buenas (probióticos), como las que están en la leche materna. Entre los nutrientes que más aportan a la salud del niño están los simbióticos (combinación de prebióticos y probióticos); éstos ayudan a mantener un tracto digestivo sano que es donde se encuentra el 70% de la inmunidad del ser humano.
Los prebióticos se pueden encontrar en vegetales como la cebolla, el ajo y la achicoria; y los probióticos en los yogures con bífido-bacterias o lacto-bacilos, los cereales con cáscara, entre otros.