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Pasear por parques y jardines es vital para los perros. En primer lugar, es un remedio contra el estrés que les genera el encierro en su hogar humano, pues allí pueden liberar su instinto al correr y entrar en contacto con otros animales, además de delimitar su territorio.
Otra ventaja de sacarlos al parque es evitar que hagan sus necesidades dentro de casa. Pero, hay que recoger las deposiciones, colocarlas en una bolsa plástica bien cerrada y botarlas en tachos de basura. De esta manera no se liberan parásitos que perjudiquen a las mascotas, y nos protegemos a nosotros mismos de las zoonosis (enfermedades de origen animal). Cabe señalar que los perros que no cuentan con todas sus vacunas no deben exponerse a estos ambientes públicos, dada la presencia de agentes patógenos. Paralelamente, hay que tener cuidado con las pulgas.
El pasto también sirve a los perros para purgarse cuando se sienten enfermos. Sin embargo, no deben comer grandes cantidades de césped, ya que su incapacidad para digerir la celulosa les hace vomitar.
Finalmente, en temporada de lluvia, se recomienda que los perros lleven zapatos especiales de jebe al pasear por jardines. Otra alternativa es secarles las patas con papel toalla o algún trapo. Así se previene el desarrollo de alguna alergia o que aparezcan hongos por la humedad.
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