¿Qué causa las manchas en el rostro?

En primer lugar, la interacción constante con el medio ambiente facilita que surjan ciertas complicaciones como, por ejemplo, las odiadas manchas en el rostro. Obviamente, estas aparecen por diferentes razones, no solo por factores externos. Aquí presentamos algunas de las principales causas:

1. El sol. Los rayos ultravioletas (UV), presentes en la luz solar, son quizás el factor más común para la aparición de manchas en el rostro. “Hay personas que tienen una piel más predispuesta a este tipo de daños. Eso, sumado a una exposición prolongada sin adecuada protección, provoca que las personas comiencen a desarrollar las manchas”, advierte Ennio Barrón, del Instituto Latinoamericano de la Piel. De acuerdo con el especialista, el astro rey suele ocasionar que ciertas zonas de la cara adquieran una tonalidad más oscura, casi marrón. Son las llamadas manchas melánicas. No obstante, también pueden salir manchas blancas cuando se está demasiado tiempo bajo el sol sin los cuidados de rigor.
2. El acné. Una vez que esos molestos granitos cicatrizan, se corre el riesgo de que dejen su huella bajo la forma de manchas oscuras.
3. Traumatismos. Desde un golpe hasta una abrasión de la piel puede ser motivo para la aparición de manchas.
4. La edad. Los años no pasan en vano, ni para nosotros, ni para nuestra dermis. “El envejecimiento cutáneo es capaz de favorecer la generación de manchas. A partir de los 40 o 50 años suelen comenzarse a ver las primeras”, comenta el doctor Barrón.
5. El embarazo. En general, los cambios hormonales (como los que ocurren cuando una mujer está encinta) pueden empeorar las manchas ocasionadas por el sol. Los tratamientos anticonceptivos o con hormonas son capaces de tener los mismos efectos sobre la piel.
6. Medicamentos. Al igual que los embarazos, ciertas medicinas hacen a la piel más sensible a los rayos solares. Asimismo, existen fármacos que por sí mismos provocan manchas. En estos casos -de acuerdo con Barrón- la piel adquiere un tono gris, más difícil de tratar. “Hablamos, por ejemplo, de productos a base de sales de plata u oro, las cuales se depositan en la piel y generan el cambio de coloración”, añade el dermatólogo.
7. Depilación. Si la piel es sensible, cualquier proceso capaz de dañarla -como eliminar los vellos con cera o láser- podría tener como efecto secundario a las manchas.