La mayoría de los matrimonios no se quiebran de manera repentina, sino que hay señales y advertencias previas. Aunque todas las relaciones pasan por momentos difíciles, cuando la felicidad se pierde durante un tiempo prolongado, puede surgir la pregunta de si el divorcio es la única solución. La psicóloga Carmen Bravo de Rueda, de la Clínica Ricardo Palma, comparte algunas pautas para reconocer las señales y tomar decisiones por el bienestar de todos los involucrados.

VIOLENCIA FÍSICA. A menudo impulsada por el machismo, la violencia física busca controlar a la pareja. Este tipo de abusos no solo causa daño físico, sino también psicológico, deteriorando la autoestima y generando problemas como ansiedad, depresión y trastornos graves.

VIOLENCIA PSICOLÓGICA. El control excesivo a través de amenazas, humillaciones y aislamiento de amigos o familiares puede ser tan destructivo como la violencia física. Estas conductas afectan la salud mental. Con frecuencia, esta violencia pasa desapercibida, pero sus efectos son profundos y dañinos.

ADULTERIO COMPROBADO. El adulterio destruye la confianza, un aspecto fundamental en una relación. La fidelidad es crucial para mantener el respeto y la estabilidad emocional del matrimonio. Ser infiel no solo es un acto de deslealtad, sino que socava la base de la relación, causando inseguridad, celos y deterioro emocional en ambos miembros.

Tomar la decisión de separarse no es fácil, especialmente con niños, pero en ciertas situaciones, es lo mejor para el bienestar de todos, asegura la doctora Bravo de Rueda.

DESCONFIANZA INJUSTIFICADA. La desconfianza constante, alimentada por inseguridades o celos, puede dañar seriamente la relación; tratarla es clave.

DINÁMICAS CONFLICTIVAS. El daño en una relación no siempre es físico; las palabras, aunque no dejan huellas visibles, pueden ser igualmente dolorosas y destructivas.

IMPACTO EN LA FAMILIA. Un ambiente hostil genera distanciamiento, menoscabo del respeto y daño emocional, impactando el bienestar de la familia.

ATENCIÓN. Si ya ocurrió un hecho violento, no debe esperar a que se repita. Es importante poner fin a la relación.

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